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Denunciaron graves irregularidades en un hogar de abuelos de Patagones

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Una denuncia penal realizada en la Estación Comunal de Patagones, derivó en la intervención policial y del personal de Inspección General en un geriátrico en el cual se denunciaron graves falencias. La propietaria del lugar tiene tiempo hasta el próximo lunes para mudarse de lugar.

Una joven de 26 años, ex trabajadora de un geriátrico ubicado sobre la calle España de la localidad de Carmen de Patagones, denunció el 12 de junio que en ese lugar se registraron en el tiempo que estuvo prestando tareas diversas irregularidades.

Según certificó la denunciante, en la residencia hay 19 adultos mayores que están alojados bajo los cuidados de las personas que trabajan. “Ese lugar no es apto para tantos abuelos ya que cuentan con un solo baño que no tiene duchas y que dentro de lo que corresponde al hogar se aloja solo a mujeres adultas mayores. Mientras a los hombres se los ubica en otra pieza ubicada en el terreno, pero alejada de la residencia”, detalló.

La mujer también indicó que a tres abuelos se los “hace bañar siempre en un lavadero que está ubicado afuera en el patio del hogar y no cuenta con calefacción”, dejando en claro que las instalaciones no están correctamente, indica en la denuncia.

También contó sobre la rutina diaria y semanal del hogar y detalló que la propietaria compra en la carnicería, huesos de desperdicios que suelen venderse para alimentar a los perros y hace que los pongan a hervir para hacer caldos que después son distribuidos en recipientes que después son frizados para su posterior uso.

Otra de las acusaciones que cae sobre la propietaria del lugar tiene que ver con presuntos maltratos psicológicos al referirse de manera despectiva hacia los abuelos y abuelas e insultándolos en determinadas ocasiones. Incluso, contó una situación en la que habría sucedido un zamarreo del brazo de una abuela.

Otra de las graves acusaciones denunciadas, indican que habría un médico que habitualmente se acerca al hogar para revisar a los abuelos, pero no solo no los revisaría, sino que también realizaría recetas sin siquiera ver a cada paciente. Lo describió como “una persona de pelo oscuro, alto, de contextura robusta, de anteojos y medio calvo”.

Al consultar a la Dirección de Inspección General sobre el caso, se informó que se les otorgó a la dueña del lugar unos días para el desalojó con fecha límite el lunes 24 ede junio.

 

 


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