Representantes de las comunidades indígenas de la Comarca repudiaron el acto de vandalismo a través de un comunicado de prensa donde contextualizan la historia de ese lugar histórico que fue utilizado para retener como prisioneros a los originarios antes de embarcarlos para confinarlos en diferentes prisiones.
La histórica torre del Fuerte de Carmen de Patagones, que se mantiene en pie hace casi dos siglos y medio, es la referencia más importante a la fundación colonial de nuestras dos ciudades hermanas y fue el punto de partida del encuentro de intercambio cultural y comercial entre los pueblos originarios -que desde mucho antes habitaban la región- y los migrantes europeos que llegaron para instalarse.
Durante cien años hubo relaciones armoniosas entre mapuche tehuelches, españoles y criollos, pero hacia 1880 el fuerte y el puerto de Patagones fueron el doloroso escenario de los sufrimientos de los jefes indígenas y sus familias que el Ejército Argentino traían como prisioneros, después de desalojarlos violentamente de sus tierras, para embarcarlos hacia Buenos Aires, la isla Martín García y otros sitios de confinamiento como el Museo de Ciencias Naturales de La Plata.
Un grupo de representantes de las comunidades indígenas de Carmen de Patagones y Viedma, en noviembre del año pasado, colocó en el acceso a la torre del Fuerte, una sencilla señalización –con cartelería y fotos- para que este dato histórico no quede en el olvido. Para que la contemplación del mojón de la avanzada europea en tierras de mapuches y tehuelches no deje de lado el recuerdo de los atropellos, vejaciones y muertes cometidos en nombre del progreso. La breve ceremonia fue acompañada por el Museo Histórico de Patagones.
Hace pocas horas, en vísperas de la conmemoración oficial del 245° aniversario de la fundación colonial, prevista en ese mismo lugar, manos anónimas quitaron y destruyeron los carteles y fotos. Este acto vandálico es repudiado por las comunidades indígenas de la comarca, interpretando que es una ofensa hacia los descendientes de aquellos mapuches tehuelches que sufrieron prisión, vejámenes y muerte en el marco de la llamada Campaña al Desierto.
No se merecen este agravio los pueblos indígenas, que acompañaron desde 1779 el proceso de instalación y consolidación de las localidades que hoy conforman a Carmen de Patagones y Viedma, que siguen estando presentes y activos en la vida económica, social, cultural y educativa de la comarca.