Enojados por inconvenientes relacionados con la compra de un pasaje de colectivo de larga distancia suscitados en Sierra Grande por un hombre que decía trasladarse a Viedma, dos hombres provocaron roturas en la boletería de la empresa de transporte ubicada en la capital provincial.
Los imputados, padre e hijo (junto a una mujer) esperaban en Viedma al hermano de este último que no pudo ascender al vehículo en la localidad serrana por inconvenientes en su documentación. Al reclamar la devolución del dinero, ofuscados por el bajo porcentaje que les correspondía, “uno de ellos se enojó y empezó a darle golpes de puño al vidrio y por el hueco, el otro imputado, agarró el teclado y lo golpeó contra el piso”. Así describió la acusación el hecho que tuvo lugar el 22 de agosto pasado en una de las boleterías de la terminal de Viedma, ubicada en la calle Guido al 1600.
El Fiscal adjunto interviniente dijo que, seguidamente, uno de los hombres rompió el resto de los elementos, tirando incluso una pava de agua que dañó los dispositivos informáticos que se encontraban allí. Además «al retirarse amenazan al empleado de la boletería, provocándole miedo porque el hombre sabía que eran policías».
La calificación legal endilgada a ambos es la coautoría de los delitos de daño y amenazas. El sustento probatorio se compone de la denuncia policial, la declaración de testigos y, entre otra, la información surgida por la intervención de agentes policiales y organismos pertenecientes a dicha fuerza.
El Ministerio Público Fiscal requirió la apertura de la investigación penal preparatoria por el término de cuatro meses. En la audiencia las partes coincidieron en que, en simultáneo al avance de la investigación, trabajarán en una posible salida alternativa al conflicto a partir de una actitud de los imputados de reparar los daños ocasionados que ya le fue comunicada a la victima de cuya aceptación dependerá en principio la consecución de tal beneficio.