Niños de Estación: el calvario de cada año de las familias mas desfavorecidas en la crisis economica
Un tema recurrente actualmente entre padres y madres, dónde el espectro social que incide sobre los pibes, es el referido a Niños de Estación. Epocas en las que las enfermedades juegan una mala pasada a la rutina familiar.
Un relevamiento de costos y atenciones, en diferentes situaciones con relatos diversos de madres que dan a conocer su situación, nos encontramos con “María” que expresa
“Como mamá lo que puedo decir es que cuando un pibe se te enferma (y no solo tengo uno, sino tres), van cayendo como jueguito dominó. Una botellita de ibuprofeno, esa chiquitita que te alcanza para 10 tomas y son necesarias si o si dos, sin contar la cantidad de dosis que debes darle en base al cuadro (si debe tomar cada 4 horas, por ejemplo, se agota más rápido el medicamento) “.
No solo son madres… se vuelven casi médicas, enfermeras, acompañantes terapéuticas curanderas y hasta docentes cuando se trata de varios días sin asistir a clases (en caso de estar escolarizados/as).
Recordemos también que, en épocas de mayor contagio de infecciones respiratorias, la inasistencia a clases es moneda corriente, quedando sujetos padres y madres a reorganizar rutinas laborales ante la demanda de sus hijos/as, quienes además de cuidado y paciencia requieren de atención constante.
Ahora bien, a este contexto sumemos cuestiones como la falta de cobertura de las obras sociales (en el caso de contar con una), el valor de la consulta médica y los gastos en medicamentos, entre otros.
De esta manera podemos ver la dimensión de posibilidades de la sociedad, dónde hay quienes pueden costear una gripe y en contra punto a quienes les cuesta más que un estornudo. Un claro ejemplo es la suma entre paracetamol, novalginas, aerosoles o relajantes nasales (hypersol) equivale a un promedio superando los treinta mil pesos solo en farmacia sin descuento ni obra social. “Y mira 7000 mil pesos gaste entre ibuprofeno, antibiótico, y Vitamina c”, Nos refiere otra Mamá.
Sin descuentos ni obra social y con Centros de Atención Primaria de la Salud que no dan abasto, considerando que hay familias que deben trasladarse a los hospitales donde interviene el factor «movilidad», ya sea en colectivo, moto, bici o a pie, sin consderar el taxi, enfermarse es un desafio a la economia familiar.
Con el turno en mano, que no siempre se da porque de 10 turnos ,5 son para estudios internos 2 para amigos y 3 para la sociedad, resta esperar a contar con la suerte de ser atendido, para así poder acceder a un diagnóstico, una receta y poder asistir a la farmacia del hospital e ingresar al sistema de medicamentos del Estado (en el caso de que los centros de salud cuenten con la medicación requerida).
Un detalle no menor, es el costo emocional; no dormir cuando los hijos tienen fiebre, deambular de un lugar a otro con los hijos a cuestas para obtener turnos o medicamentos, resolver al cuidado de quien o quienes dejar en caso de no contar con licencias laborales, todo el contexto de algunas de las cosas comentadas en este artículo hacen a la rutina de las familias que viven el día a día con los Niños de Estación.
Idea y Redacción: Eugenio Sicardi