Analizaron en la Legislatura rionegrina la modificación que regula los fuegos artificiales
La Comisión de Asuntos Constitucionales y Legislación General incorporó una nota de la Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales que propone modificaciones a la iniciativa de ley que fue aprobada en primera vuelta.
La Cámara estuvo representada por el director de Relaciones Institucionales, Ezequiel Asquinasi, quien afirmó que si el proyecto se aprueba definitivamente con el texto actual “destruirá toda la actividad del sector y sólo logrará fomentar la ilegalidad”.
Enunció que la propuesta no explica con claridad qué son elementos de estruendo, por lo que pidió que el Poder Ejecutivo la reglamente, detallando cuáles deben ser los productos de alto impacto sonoro que deben prohibirse.
Un empresario del rubro, Marcelo Guajardo, mencionó que Viedma posee ya una ordenanza que regula esta actividad y consideró que el resultado es positivo.
Martín Lemos, presidente de la Cámara de Comercio de Viedma e integrante de la Federación de Entidades Empresarias de Río Negro (FEERN), entendió que “los extremos no son positivos” y que en esta actividad “hubo un cambio de conciencia en la gente”.
También estuvieron presentes familiares de niños y niñas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), quienes pidieron que la ley se apruebe.
“No es algo intrascendente, es un derecho que nos asiste”, dijo uno de ellos, quien además consideró que “no es justo que nos tengamos que ir al medio del campo para pasar las fiestas de fin de año”.
La autora de la iniciativa, Magdalena Odarda, advirtió no aceptará modificaciones que vengan de parte de las empresas interesadas.
Reveló que más allá de las regulaciones que existen en varios municipios rionegrinos “hay muchas firmas comerciales que venden pirotecnia a través de internet, burlando la legislación local”.
Consideró que el dato brindado por los empresarios respecto de que se perderían 60 mil puestos de trabajo “es incomprobable”.
Y confirmó que “será la autoridad de aplicación de esta ley, el Ministerio de Seguridad, quien determine cuáles son productos estruendosos y cuáles no”.